Páginas

jueves, 9 de febrero de 2012

Nuestro primer yogur


Bien, llegó el momento de preparar nuestro primer yogur. Como podréis comprobar, la elaboración es muy sencilla y lleva poco tiempo, eso sí, debemos procurar tener a mano todos los ingredientes y equipamiento para no retrasarnos más de lo deseado.

Vamos a preparar 1 litro de yogur, pero las cantidades pueden ser dobladas e incluso disminuidas siempre que se respeten las proporciones de ingredientes.






Ingredientes

  • 1 litro de leche fresca entera
  • 50-100 ml. de fermento termófilo de yogur
  • 3 cucharadas colmadas de leche en polvo (opcional)
  • 3-4 cucharadas de azúcar (opcional)




Equipamiento
  • 1 olla de acero inoxidable de al menos 1,5 litros de capacidad
  • cuchara para remover
  • termómetro de cocina
  • incubadora de yogur (se puede improvisar)


Procedimiento

1. Este paso es opcional y consiste en calentar un poco de leche en el microondas unos 30'' más o menos para disolver 3 cucharadas colmadas de leche en polvo





2. De esta forma y removiendo bien con un tenedor nos aseguramos que no se formen grumos que estropeen la textura del yogur. La leche en polvo aportará un aspecto más compacto al resultado final, aunque es opcional.








3. Ahora vamos a calentar 1 litro de leche con el fermento de yogur. La cantidad a utilizar será de 50 a 100 ml. ya sea en forma de cubitos congelados o en yogur líquido. Hay que tener en cuenta que si usamos cubitos congelados que lleven ya un tiempo se necesitará una mayor cantidad, pues la flora habrá disminuido. Si no tenéis fermento se pueden usar yogures comerciales, aunque procurad comprar uno de buena calidad si no queréis obtener un yogur con aspecto 'raro'.


4. Este paso también es opcional, y consiste en añadir el azúcar al gusto, de 3 a 4 cucharadas. Es importante no dejar de remover para que la leche no se pegue al fondo de la olla.









5. En todo momento debemos comprobar la temperatura de la leche, la cual deberá alcanzar unos 45ºC y nunca llegar al punto de ebullición, lo cual hará que muera la flora. Cuando lleguemos a la temperatura final apartamos la olla del fuego.







6. Ahora vertemos el contenido en la incubadora de yogures. Es muy recomendable hacerse con una, ya que son baratas y el resultado obtenido es mejor que con las yogurteras eléctricas. Si no tenemos incubadora podemos improvisarla con una olla tapada y envuelta en mantas, colocada en un lugar templado que no deje el paso de corrientes de aire (como por ejemplo el horno). Sin embargo, el mejor resultado se obtiene siempre con incubadora, la cual tiene un recipiente de plástico alimentario hermético que va envuelto en poliespán, que mantiene una temperatura constante y homogénea, óptima para el desarrollo de la flora que producirá la textura deseada en el yogur.

EL recipiente lo colocaremos en un lugar libre de movimientos y corrientes de aire (alacena, armario...) y se tendrá incubando unas 6-8 horas, tras las cuales se meterá en el frigorífico. El frío hará que se ralentice la fermentación (en otro caso el yogur sería demasiado ácido) y también ayudará a conseguir la textura compacta final que vamos buscando.

Como veis es muy fácil hacer yogur en casa y se necesita poco equipamiento. En los próximos días explicaré la forma de preparar el fermento para tener siempre disponible en el congelador, así como dónde comprar starter para yogures y quesos.

¿Os vais animando?

1 comentario:

  1. El mismo cuajo del queso ayuda para hacer yogurt o puede servirme suero acido

    ResponderEliminar